Nieve en Ámsterdam
A través de la nieve, es quizás una de aquellas maneras tan únicas de poder descubrir una ciudad. Todo cambia, todo cobra ese sentido tan mágico y místico. Los tejados negros de la ciudad se tiñen de color blanco, las bicicletas desaparecen en un blanco manto de nieve y la naturaleza devuelve la tranquilidad a las ciudades.
Sin embargo es el momento para la máxima creatividad del ser humano. Vemos personas llevando la inventiva y su cuerpo al límite. Personas esquiando por la fina capa de nieve en el asfalto tirados por un coche, gente haciendo yoga sin más que un pantalón en medio de la explanada de Museumplein y todo tipo de locales atreviéndose a todo con las ya características bicicletas.
Esta es una de las nevadas más relevantes que Ámsterdam ha visto en los últimos diez años, la última de estas dimensiones fue en 2010. Sin embargo en esta ocasión no llegaremos a ver los canales helados como si sucedió en 2018.
A continuación os dejo algunas de las fotografías tras mi recorrido matinal por la ciudad de los canales.
Partimos de Museumplein donde vemos a una persona haciendo meditación bien ligero de ropa.
Proseguimos la ruta hacia el centro de Ámsterdam.
Cada una de las calles que vamos viendo parece sacada de un cuento de hadas. Seguimos en dirección a la casa de Anna Frank a través de Jordaan.
Tras 4 horas recorriendo la ciudad, toca volver a casa para entrar calor y seguir disfrutando de la nevada mientras la ciudad se va tiñendo de blanco.
No dejes perder nunca la oportunidad de ver una ciudad nevada. Cambiará totalmente la concepción que tienes sobre ella.
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